Bueno, y no es que no me siga pareciendo que Elantris y El Camino de los Reyes son obras maestras, es sólo que El Ángel de la Noche es más yo, y me ha calado más hondo.
Os voy a decir por qué tardé tanto en leerme la saga. Como dice Zero en otro mensaje dedicado a estos libros "una portada más con un encapuñado y...". Leí el argumento y pensé "Ya estamos, otro asesino, otro niño de las calles que se hace mago/asesino sin corazón, blablablabla", y la dejé de lado.
Y cuando la empecé que conste que esperaba eso mismo. Empecé el libro uno con la peor actitud que puede tener alguien hacia un libro. Lo cogí porque estaba en el oculista y tenía que esperar veinte minutos a mis gafas nuevas y algo tenía que hacer. Casualmente este era el primer libro que aparecía en la lista del ereader y me dije "¿por qué no?"
Tras eso fue un "¡por dios, quieres callarte que no me dejas concentrarme y aquí están matando a alguien!" a mi marido, seguido de un "cariño, anda, vete a la cama y déjame un poquito en paz ¡que estoy intentado leer!".
Por vuestros comentarios he visto que a muchos les ha gustado la saga, pero tampoco os veos tan exaltados como me siento yo, la verdad. Y hay que reconocer que Brent Weeks es aventura en estado puro. La historia no se detiene, va a un ritmo vertiginoso y no te deja detenerte a pensar en intrigas o en como funciona la magia, que aparece otra situación desesperada que hay que afrontar.
En algún lado leí que Brent Weeks es el rey de los giros inesperados, y tengo que admitir que otro de los grandes atractivos de la historia es que no la veo venir por ningún lado. Giras la página y zás, la cosa ha dado un giro de ciento ochenta grados y el rescate se convierte en emboscada. En un momento el personaje está al mando de la situación y al siguiente es su víctima... sencillamente asombroso y refrescante para alguien como yo, que ha leído tanto que normalmente ya me imagino por donde van a ir los tiros.
Y el super mega gran acierto que me ha conquistado mi corazón... ¡los personajes!
Son atípicos, ¿no? Yo pensando que me iba a encontrar a un asesino amargado como siempre y resulta que por mucho que sufra, tenemos a un pícaro conquistador que es mucho más interesante.
En resumen me gustó:
-La trama imprevisible y cambiante.
Nunca sabes lo que va a pasar. Al igual que me pasa con R.R. Martín, estoy siempre temiendo que se carguen a algún personaje que adoro y aunque no pasa como en la saga del señor Martín en la que mueren muchos, si que mueren los suficientes para que esto no sea de color de rosa y para meterte el miedo en el cuerpo.
Y al contrario que Sanderson o Rothfuss, no se pierden página en largas explicaciones sobre como funciona nada, aquí todo se aprende sobre la marcha y si te despistas un poco te lo pierdes.
-La historia está llena de grandes momentos tramáticos y climax. Normalmente en una saga tienes una o dos: el momento en que ella se entera de su secreto, el momento en que alguien acude milagrosamente al rescate de alguien... Tú como lector sabes que va a pasar y ya estás en tu asiendo removiéndote y previendo el instante en que un amigo se de cuenta de que el superluchador que acude al rescate no es otro que el amigo al que creía muerto... pero ellos no lo ven, y el momento no llega, y eso hace la lectura más interesante todavía.... Bueno, pues los tres libros de Weeks están llenos de momentos como esos. Es un sin vivir, una noria que no deja de girar y que cuando piensas que ya ha dado lo mejor de sí vuelve a llevarte a otro giro cuyo desenlace anhelas. Es por eso que no pude dejar la lectura hasta finiquitarlos, ni siquiera para venir a contaros si me estaba gustando o no.
Yo siempre comparo esos momentos con la primera vez que vi "La Guerra de las Galaxias" en el cine. Ahora ya no se hace, al menos en mi ciudad, pero cuando era pequeña el cine era un lugar donde compartías emociones en masa. Cuando aparecían los buenos al rescate todos gritaban y aplaudía, y en La Guerra de las Galaxias cuando estalla es estrella de la muerte, recuerdo que el público se volvió loco. Todo el mundo chillaba y aplaudía como locos, tiraban las palomitas y algunos chicos hasta se pusieron en pie en los asientos... Esa emoción incontenible que te provoca la historia es difícil de lograr. Por bueno que sea un libro, no siempre te hace sentir tan intensamente. Pues bueno, estos tres libros me hicieron sentirlo casi de forma continua.
-A los malos no se les presta gran atención. Excepto con Martín, que ha conseguido que ame y odie tanto que sea cual sea la emoción despertada requiere toda mi atención, reconozco que soy de las que en los capítulos de los malos está pensando "Venga, venga, acaba de una vez que quiero pasar a ver que está ocurriendo con los buenos".
Martin es un caso aparte porque sus libros son como un accidente que no puedes evitar mirar. Sus malos son tan morbosos en su maldad que resultan atractivos, como Hannibal Lecter.
En este caso, el autor no llega a ese nivel de destreza y opta por otra opción que me gusta tanto como la primera... pasar más de ellos y dedicar más tiempo a todos los demás.
-Los buenos son MUY buenos. O sea, Kylar. Kylar es el personaje que da el tono a todos los demás. Es un joven forjado en la miseria y la violencia que consigue no estar amargado como todos los demás. Es buena persona sin pretenderlo y con un montón de fallos, pero la clave del personaje es como hace que todos los demás se peguen a él.
Hasta rallar casi en la ñoñería a veces, lo admito. Comencé a leer pensando que iba a ser una historia oscura pero luego que vi que aunque pasan cosas muy malas, en realidad es una historia muy luminosa.
La rocambolesca forma en que Kylar siempre se salva de lo peor cuando no deja de meter la pata sólo es aceptable si piensas que la gente que le rodea ve como es y no puede evitar amarle, así que siempre hay alguien que le salva.
Si os fijáis todos los demás personajes de la saga se definen por su relación con él. No es que no crea que todos son buenos, es que parece despertar una chispa de esperanza en todo el mundo, lo que hace que luego por supuesto se la jueguen con él.
Normalmente en estas historias de asesinos el tipo es un amargado (Durzo) o un tullido emocional (Viridiana) y este personaje se libra de ello sin ser inmaculado. Por Dios, es un asesino que ha metido la pata y matado a niños, cuyas acciones no son siempre honorables, dispuesto a cualquier cosa para hacer lo que cree correcto. Creo que esa es la clave, Kylar es un hombre con un código en el que el amor a sus seres queridos está por encima de todo y eso me gusta. No es que sea bueno, es que es carismático.
Es joven, impulsivo, simpático y pícaro, guapo, hábil, honorable siempre que puede, pero no duda en saltarse el honor siempre que debe. En definitiva, Kylar es mi tipo de hombre y también yo me enamoré de él.
-Todos los demás personajes. Todos tienen algo bueno dentro que Kylar sabe despertar.
-Los equívocos, confusiones y lo que el personaje no sabe. Al igual que está llena de grandes clímax, la historia también tiene sus momentos de morderse las uñas y decir "Noooo, por ahí no, por la otra escalera que están raptando a la chica". Claro, tú como lector lo sabes todo, pero los personajes se meten en estos berenjenales de la forma menos afectada y más natural que he leído nunca. El ser superpoderoso o superhábil no te convierte en el más listo del mundo, y anda que no hay meteduras de pata por todas partes.
-La acción. Más acción que nunca. Puñaladas, duelos de magia, duelos de espada, torturas, asesinatos, batallas. Todo el mundo parece tener un arma en la mano y nunca sabes cuando la van a sacar.
Lo peor... Empiezan los spoilers, inevitables.
Bueno, la escribe un hombre así que supongo que es normal que lo peor sean las mujeres de la saga.
Vi tiene futuro, pero no me gusta el papel que le han dado como segundo plato o su asociación con las magas que parecen unas hijas de su madre.
Elene... no me gustó su final porque arrastra a Kylar, pero hay que admitir que un personaje tan santurrón no pegaba con el resto de los pecadores de la saga. Se pasó mucho con la chica. Tanta salvación milagrosa, tanta bondad, tanto afán de cambiar y contener algo que el lector adora... ¡pues claro que la acabas odiando! Pero el amor de Kylar y Elene es una de las cosas atípicas del libro que lo hacen tan atractivo. Está claro que en el plan general del autor Elene no cabía (por eso de la inmortalidad y demás), ¿tal vez por eso nos hizo odiarla y amarla a la vez?
Ariel... que perra más egoista, aunque no lo parezca y no pare de disculparse. No daría la espalda a nadie de la Capilla y ahí otra vez las mujeres son las malas.
Jenine... otra santurrona La chica no tiene la culpa, el autor la imaginó así.
Uly... demasiado aniñada, ¿no?
Ahhhh, pero Mama K las redime a todas. ¡Esa si que es una protagonista femenina!
Su mega gran PEGA... no está acabada. No dejéis que os engañen, no tiene final. No es un "continuará..." pero casi. Esto ha sido el preludio de otra trilogía mínimo que no se está escribiendo. Esperemos que su fama suba y el autor se ponga otra vez con la historia y no acabe dejándonos tirados a todos.
A estos libros les doy un diez, y diría que lo mejor de todo es el libro 1 (que tiene un final tan conclusivo como el 3) y lo peor la primera mitad del libro 2 (momento que mencionó Legolas en el que Kylar y Elene están en un tira y afloja existencial sobre lo que significa ser un ejecutor y blablabla, podrían haber acelerado ahí).
En conjunto son toda una lectura que pasa a mi Top Ten de Fantástica.